Más de 150.000 mujeres se suicidan a lo largo del año en China, el único país del mundo con más suicidios femeninos que masculinos. Este drama social es un efecto tiránico de los cambios que azotan el país, así como de los numerosos abortos a los que aboca la política del hijo único.
Es el único país donde se quitan la vida más mujeres que hombres, un 20% más.
El nuevo suicidio en la cultura oriental ha cambiado la daga por el matarratas, y el motivo es la: depresión, estrés, problemas conyugales y otras situaciones derivadas de los enormes cambios que azotan desde hace treinta años al gigante asiático.
El mayor foco de suicidios en China se concentra en las zonas rurales, cuya tasa de suicidio triplica a la que se registra en las ciudades. Allí perviven con fuerza los valores culturales más profundos y a la vez machistas de la cultura confuciana. Aunque abolidos por ley, los matrimonios arreglados todavía son una realidad en el campo chino.
La violencia doméstica, además, afecta a casi el 40% de las mujeres casadas. El divorcio, pese a incrementarse en la última década, aún no es una salida factible para muchas mujeres infelices en su vida matrimonial. De ahí que más de 150.000 chinas opten por ingerir pesticidas, método con el que se suicida el 58% de los chinos.
Otra de las causas que conduce a miles de muertes voluntarias entre las mujeres chinas tiene que ver con un tiránico efecto de la establecida política del hijo único. En la China rural se mantiene una preferencia clara por los hijos varones sobre las hembras: son una mejor mano de obra para las labores agrícolas y una garantía para la vejez de sus padres, pues las hijas, al casarse, pasan a formar parte de la familia del marido y se hacen cargo del cuidado de sus futuros suegros.
Por esta razón, es habitual el infanticidio y el aborto selectivo de fetos femeninos. Por cada 100 niñas chinas nacen 119 niños, según las cifras oficiales. Además, la prohibición de tener más de un hijo por familia -dos en las zonas rurales siempre que se cuente con el permiso gubernamental- también conduce al aborto para evitar embarazos no deseados y librarse de elevadas multas.
Las tendencias suicidas que sufren algunas mujeres tras someterse a un aborto se materializan en China con más frecuencia de lo habitual.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario